El diseño de un monoambiente en el barrio porteño de Palermo, con los retos que conlleva, unir varios ambientes y funcionalidades en un recinto con estilo minimalista.
Se pensó en optimizar el espacio, generando una distribución armónica y funcional a través de una estética integradora y uniforme, seleccionando elementos que conforman el espacio y al mismo tiempo delimitan las distintas áreas.
Para acrecentar la impresión de mayor espacialidad, se escogió una paleta de colores (Alba) neutros y sosegados; para enfatizar el ingreso y el sector social se tomó el color negro como base, se atenuó el cielorraso (Knauf), unificando alturas en todo el ambiente, logrando sutileza, cuidado de los volúmenes y delicadeza de las líneas.
La excelente selección de piso Urban Light Grey NAT (Vite Porcellanato) es el nexo integrador del sector privado y el social, equilibrando el espacio, acompañado de iluminación decorativa en determinadas áreas, y en otras, iluminación más puntual y precisa para consolidar las diferentes necesidades. En el sector cocina, como protagonista una isla, la mesada blanca (Dekton), traza la zona de preparación de alimentos, emplazada sobre un mueble con espacios de guardado, opuesto al mismo otro idéntico, bajo mesada, la exhaustiva elección de los herrajes acentúa la esencia y funcionalidad de los mismos.
El estar, cuenta con un sofá y mesas de líneas sinuosas, aportando sofisticación y optimizando la circulación, contribuyendo a la misma, se suma un mueble de guardado suspendido, de la colección life Capuccino ofreciendo amplitud y liviandad.
Dormitorio, generando profundidad, translucidez para dejar entrever la zona de descanso, se elige un elemento simple y distintivo a la vez, un biombo artístico, completamente artesanal de vidrio, la morfología del mobiliario continua las líneas curvas, acentuando el carácter del diseño.